Pudiera
parecer que todo empieza así, con una maleta o dos. Pero no, todo
empieza antes y, en mi caso, mucho antes. Tanto, que ni siquiera sabría
decir cuánto.
A
veces, por muy estupenda que sea tu vida, no lo es suficiente: sabes
que hay más. Al alcance de la mano, a la vuelta de la esquina, a miles
de kilómetros de distancia, pero lo hay. Y está esperando. Las ofertas
de la vida, por suerte, no son como las del supermercado y no caducan.
Por eso precisamente corres el riesgo de dejarlas pasar. Es algo muy
pernicioso, como cuando hay que empezar una rutina saludable y te dices:
"el lunes me pongo". Y desfilan los lunes, con tu permiso, sin que nada
cambie. Pues aquí igual. "El año que viene" se prorroga y tú ahí
sigues, con tu vida estupenda. Aquella que podría darte más si tú
quisieras, la que comentaba antes.
Podría
haberme "resignado" y no haberle dado más vueltas a eso de los sueños y
las aspiraciones vitales. Entrecomillo la resignación porque mi vida
era estupenda, y no lo digo en broma. Era una vida con la que
conformarse resultaba fácil. Y, personalmente, no encuentro desvalor en
la conformidad. De hecho, creo que conformarse con lo que se tiene es
necesario para apreciar el momento presente. Conformarse sin resignarse
es el mejor curso de acción para estar satisfecho con lo que uno tiene
sin dejar de tender hacia lo que uno quiere. De momento, esa es mi
receta, y con ella dejo esta tangente.
Me
conformé durante el tiempo justo. Pero llega un momento -y entonces es
cuando todo empieza, ese sí es el inicio del comienzo o el principio del
fin, según cómo se mire- en que te das cuenta de que posponer
experiencias tiene riesgo. El
tiempo pasa y no puedes dar por sentada la vida. No es por ponerme
pesimista, pero no somos inmortales. Ocurre que una vida quede segada
repentinamente, o la parte de ella que te empodera para hacer cambios
radicales. Y los sueños se quedan entonces en un limbo, esperando a ser
materializados. Todo se desvanece en el no ser.
Pues resulta que tengo demasiadas inquietudes
y unas ansias de vivir que no se pasan con el tiempo, por suerte. Y
así, en una epifanía que llegó sin anunciarse para verter sobre mí como
una lluvia tibia todo lo que llevaba barajando y posponiendo desde hacía
mucho tiempo, decidí que la hora de postergar había pasado. Empecé a
tejer y a organizar y aquí estoy...
Sobre
el dónde hablaré más tarde, porque aun quiero tratar sobre el proceso
que me ha traído hasta aquí. Debería hablar más bien del proceso
mediante el que yo misma me he traído hasta aquí con la ayuda de algunos
(reseñables) elementos externos, porque claramente no he sido un objeto
inerte en este periplo. De pequeña me diagnosticaron exceso de
autosuficiencia porque siempre quería hacerlo todo sola, y al releerme
parece que el través aun perdura. Aprovecho este momento para hacer una
nota mental al respecto antes de seguir.
Para
venir hasta aquí le he dado un giro de 180 grados a mi vida. Me he
descolegiado del ICAB, con lo que he pasado de ser abogada a ser
licenciada en Derecho. Aunque, técnicamente, en el momento en que
escribo esto soy una ni-ni. Una de las cosas que me he preguntado es si
basta con descolegiarse para dejar de ser abogado y pasar a ser otra
cosa. En fin, tras dejar mi profesión de los últimos 6
años y 3 meses (ese plazo, puesto así, parece una condena, pero no lo
fue) también dejé el piso en el que viví 5 de esos 6 años: hay que ver
lo que se acumula, qué barbaridad. Eso bien merece otra nota mental. Y,
por supuesto, lo más emocionalmente drenante ha sido separarme
físicamente de los míos para lanzarme a la aventura. En el menú:
~ Levantarme a las 3:45
~ Despegar de Barcelona dirección París Charles de Gaulle a las 6:35
~ Despegar
de París Charles de Gaulle dirección Bengaluru a las 10:30, tras el
sinvivir que ha significado no saber si me iba a quedar varada en la
gélida ciudad del amor porque el vuelo estaba overbooked... pero
finalmente me subí al avión, porque la vida y yo habíamos convenido que
eso de postergar era has been
~ Pasado el control de seguridad y tras recuperar unas maletas que apenas pesan menos que yo, 3h de coche hasta Anantapur.
Acabo
de llegar, son las 5h20 de la mañana (hora local, 4h30 menos en la España
peninsular). Es irónico: venir hasta aquí ha tomado su tiempo pero
llegar ha sido un momento.
Qualsevol comentari o reflexió que pugui fer no li arribarà a la sola de la sabata a aquest post.
ReplyDeleteNo només ets una de les persones més valentes que conec; també ets una de les més coherents. Coherent amb la teva manera de pensar i de fer a la vida.
El món necessita més gent com tu. De covards el món n'està ple. Escassegen les persones que siguin capaces de deixar enrere una vida de comfort i prenguin la decisió de recórrer mig planeta per centrar esforços en aquells que més ho necessiten. Crec que estàs realitzant un autèntic acte d'altruisme.
Tu no has de demostrar res al món. El món t'ha de demostrar el més absolut respecte i admiració. El meu el tindràs sempre.
Joel
Gràcies Joe <3 La meva resposta tampoc podrà estar a l'alçada del teu comentari... que m'ha deixat un somriure enorme a la cara.
DeleteDespués de leer esta entrada quedan las atmósferas irremediables. Somos larvas a punto de metamorfosis más de una vez, muchas más que una sola vez. Y esta nueva transformación deja el aroma de aquella otra en que el mundo dejó de ser visto por una chica para empezar a ser visto por la mujer que sería esa chica. Y así, sin querer, tal vez falten cosas en tu maleta pero no en tu vida. Y has tomado lo que has guardado para serte útil; porque habías guardado lo que estabas tomando para serte útil en esa nueva transformación. Y tal vez por eso elegí las palabras para Julia de Goytisolo, porque para algunos solo hay un camino y para ti, todas las encrucijadas son el camino...
ReplyDeleteMe encantó que me escribieras parte de ese poema, tan acertado. Y sí, esto es una metamorfosis de muchas, espero, porque como bien dices, me gusta pensar que todas las encrucijadas son el camino...
Delete"Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo".